La ganadería
cabras de raza
Nuestro rebaño propio de cabras Murciano-Granadinas: crianza, sostenibilidad y calidad
En nuestra granja cuidamos de cada etapa de la producción de nuestros quesos, comenzando por donde todo empieza: nuestra ganadería propia. Contamos con una cabaña de más de 1.300 cabras de raza Murciano-Granadina, reconocida por su alta calidad lechera, su facilidad de ordeño y su excelente adaptación al entorno mediterráneo.
Un rebaño equilibrado y controlado
Nuestro rebaño está formado por hembras en producción, machos reproductores seleccionados genéticamente y cabritas en crecimiento que, según su edad, se distribuyen en lotes específicos. Gracias a este control, mantenemos la trazabilidad completa de cada animal y su evolución.
Crianza y alimentación natural
Desde las cabritas recién nacidas, que se crían con nodriza automatizada para garantizar una alimentación higiénica y controlada, hasta las adultas, nuestras cabras se alimentan con piensos naturales, alfalfa fresca, paja seca en invierno y pastos regenerativos. Disponemos de un alimentador automático que reparte grano de calidad hasta ocho veces al día. Además, el agua nunca falta: es un recurso fundamental para el bienestar animal.
Pastoreo regenerativo y desbroce natural
Apostamos por la ganadería regenerativa como filosofía de trabajo. Dividimos el terreno en parcelas para realizar un pastoreo rotativo racional, que mejora la calidad del suelo y permite una regeneración natural de la flora. Nuestras cabras también realizan desbroce en zonas de monte, contribuyendo a la prevención de incendios, la limpieza del bosque y la creación de ecosistemas saludables.
bienestar animal
El ordeño
Una hembra en plena producción puede dar hasta 2 litros de leche diarios. Nuestro sistema de ordeño automático garantiza un proceso higiénico: la leche pasa directamente del animal a un tanque refrigerado que reduce su temperatura de 35ºC a 2-4ºC en segundos. Posteriormente, se traslada a nuestra quesería contigua, conservando intactas sus cualidades.
Cumplimos con protocolos de calidad rigurosos, realizando controles periódicos individuales de cada cabra, lo que nos permite optimizar su rendimiento y mantener altos estándares de higiene y genética.