Queso curado con corteza natural y ligeramente enmohecida, tono grisáceo, pasta firme y compacta de color blanco. Sabor suave y limpio, especial para entrar en el mundo de los quesos de cabra. Regusto final muy agradable. Si se come con la corteza enmohecida, la cual es comestible, adquiere un ligero sabor picante.

Posee una consistencia mayor y todos los sabores de la maduración temprana del mismo, encontrando una mayor presencia de sabores ácidos con gran persistencia y con una textura mantecosa.